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El IDV fue como abrir un portal de nuevos conocimientos y que, luego de graduarse nunca más poder ver películas, flyers, fotografías etc. de la misma manera. Aprendí mucho y tuve la fortuna de tener muy buenos profesores apasionados por sus carreras y por enseñarte a través de sus experiencias.

Sin duda alguna para mí el IDV fue la base de todo, el instituto me enseñó a entender el diseño y a abrazar todo lo que conlleva. Actualmente ejerciendo mi carrera siempre tengo presente en mi memoria todas las herramientas que me dieron desde el año básico.

“Para poder romper las reglas, hay que conocerlas”. Cualquiera puede utilizar un software que le permita diseñar, pero en el instituto nos enseñaron las bases y principios para poder hacerlo. Aprendimos a tener criterio, trabajar con ética y además formamos lazos para toda la vida, tanto profesionales como personales.

Te rodeas de personas que tienen tu misma ambición de superarte a ti mismo, tener ideas juntos cuando estás bloqueado de creatividad!. Los profesores son como tu mano derecha.

Formarme en el IDV, fue la mejor decisión que pude haber tomado. Tengo 5 años de egresada y no hay un día en el que yo no me vea involucrada en algún conocimiento aprendido. Es satisfactorio saber que trabajo en lo que me gusta y que pude desarrollar y llevar a grande lo aprendido, gracias a la formación que recibí.

Gran parte de mi trayectoria como Diseñadora de Interiores, se la debo a mi formación en el IDV. Al IDV le debo mis conocimientos, mi carrera y mi visión del diseño.