La eficiencia energética de la vivienda se logra aprovechando todos los recursos posibles de la construcción prefabricada, el uso de ventanas de doble acristalamiento, paneles solares, accesorios de uso eficiente del agua, aprovechamiento de la luz casi al 100 así como unas paredes diseñadas para mejorar el rendimiento de su envolvente térmica.
Aparte de las reducciones energéticas iniciales, introduce un estilo de vida sustentable después de su construcción. El uso de tecnologías de control térmico permite inteligentes soluciones para la reducción en costos de calefacción y refrigeración. Estos incluyen climatización geotérmica, paredes correderas de cultivo que reducen la incidencia solar y techos verdes que proporcionan un mejor aislamiento térmico. Ganancias adicionales en el rendimiento térmico se logran a través del uso de estructuras herméticas, que conservan el calor o el frío en el interior y el uso de aislación, separando así las condiciones térmicas de interiores y exteriores.
El pequeño tamaño de la estructura asegura una reducción de electricidad y energía, mientras que su diseño en planta libre fomenta flexibilidad y maximiza la superficie útil. Todos los materiales utilizados en la casa están libres de emisiones contaminantes, y son de origen sustentable, creando un ambiente más saludable, no sólo para los ocupantes, sino que para toda la comunidad.
Tras una evaluación inicial del ciclo de vida, se determinó que el diseño de la casa permite un ahorro anual de 101% en las emisiones de carbono. Se realizaron también pruebas similares para evaluar las emisiones de gases invernadero. Las reducciones son equivalentes a – 267 vehiculos retirados de la carretera, 6.095 árboles autóctonos plantados, o la eliminación de 31.000.000 globos que contienen CO2 de la atmósfera.