por: Mariale Quijada
La primera vez que se utilizó las siglas Y2K fue para hacer referencia a los problemas informáticos a nivel global que se creían que iban a producirse debido al cambio de milenio. Mientras el mundo estaba preocupado por ello, la moda se enfocaba en una fusión de excesos estilísticos, que se trataba de mucho de todo pero sin una línea fija: jeans anchos de tiro bajo, pantalones que arrastraban por el suelo hasta romperlos, monos deportivos de terciopelo, los tops palabra de honor, pañuelos, chalecos cortos, minifaldas muy cortas, plataformas, collares, trenzas, accesorios para el pelo, uso de gorra; y las influencers del momento eran Paris Hilton, las Spice Girls, Destiny’s Child, Christina Aguilera, Britney Spears.
El trend Y2K sigue esa línea estética y, de acuerdo con Stefano y Domenico Gabanna, figura entre los deseos más pedidos por las nuevas generaciones, incluyendo la generación Z, que en esas décadas recién estaba naciendo.Así es como durante la pasarela de su colección primavera/verano 2023 volvieron a desfilar algunos de los looks más icónicos en el que resaltaron jeans rotos, prendas reconstruidas, patchwork, camisas semitransparentes y cubiertas de pedrería. Así como también, los trajes sastres que continúan siendo oversize con hombros bien marcados, masculinos, y los pantalones se visten mayormente en tiro bajo con algún top corto que deje al descubierto el abdomen.
Otras prendas que se han rescatado del Y2K original son: Crop tops y mariposas, drapeados griegos, calzados con plataformas, cadenas para el cuerpo y bufandas delgadas.
El Y2K es un concepto que ya viene teniendo presencia desde principios de esta década, pero como la moda es cíclica y sufre de nostalgia, los diseñadores y consumidores, nos seguirán dando una nueva versión de el.